El agua hierve a partir de los 100ºC.
A partir de hoy, esto lo recordarás de una forma distinta.
Porque no se trata de cuándo hierve el agua.
Se trata de lo que ocurre cuando aplicas más energía para calentar el agua.
Es decir…
Seguir calentando el agua por encima de su temperatura de ebullición, no sirve de mucho.
Lo único que consigues es desperdiciar energía.
Calorías disipadas.
Ocurre lo mismo cuando te pasas con el mantenimiento de una máquina.
Si tienes que sustituir un rodamiento cada dos años, no tiene sentido hacerlo antes.
Estás desperdiciando recursos.
Recursos valiosos, que podrías emplear en otras acciones.
Esto parece evidente.
Pero no.
Porque veo empresas que cualquier avería la quieren resolver creando una nueva acción preventiva.
Desmontar y montar una pieza, aunque sea solo para revisarla, puede generar desgaste.
O errores en el montaje.
Una junta mal colocada…
Un tornillo deformado por la llave allen…
Una rebaba producida por un golpe mal dado…
En realidad, en vez de evitar averías, lo que se hace es provocarlas.
O acelerarlas.
Y todo eso, aumentando el tiempo de parada.
Es decir, la empresa está dejando de ganar dinero por la parada, y además está perdiendo dinero por la avería que se está provocando.
Entonces…
Piensa:
¿Se tiene en cuenta este detalle antes de planear una nueva acción preventiva?
¿Estamos sobrecalentando la olla de agua sin necesidad?
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